Aniversario de elevación de Villa a Ciudad, SIN NADA QUE CELEBRAR

La ciudad de La Oroya este 18 de setiembre del 2025 cumple 83 años de elevación de villa a ciudad, sin embargo, la autoridad edil de la gestión 2023-2026 se encuentra duramente cuestionada por su población y trabajadores; con obras que se paralizan, expedientes clonados, sin pagar los derechos laborales a sus trabajadores, desorden administrativo por la ausencia de funcionarios y promesas incumplidas del alcalde.

Un setiembre del 2025 que será recordado por todos y todas, por contar con una autoridad; Autoritaria, atrevido, mentiroso y déspota, respaldado por un grupo de cerreños que mal administran la municipalidad llevándolo a un caos administrativo y al término de la gestión dejaran una bomba de tiempo con deudas y sin desarrollo de la sufrida ciudad de La Oroya.

Nunca se había observado una gestión edil mal intencionado con los pobladores y sus trabajadores de la otrora ciudad de los humos, que solamente vienen empeorando la situación de la vigencia de La Oroya, sin oportunidad de trabajo y desarrollo comercial y económica de la ciudad.

La opinión de la población refleja incomodidad y los cuestionamientos de las presunciones de corrupción al interior de la entidad no se dejan esperar, la municipalidad no está trabajando por el bienestar del ciudadano, con un gerente cesado por acuerdo de concejo y que se resiste a irse con artimañas del lenguaje coloquial, pisoteando la Ley y las normas legales, como si los oroínos no se dieran cuenta, aprovechando para que los funcionarios cerreños engañan airosamente.

Nada que celebrar, pero mucho que reflexionar, año tras año La Oroya va en retroceso, sin oportunidades de trabajo para la juventud, el movimiento económico bajo, sin posibilidad de desarrollar obras en los distintos lugares de la provincia, con una visible incapacidad de gasto y una administración desastrosa en la entidad y el cuentaso de “no hay plata” como quien dijera no hay para ustedes oroínos, pero para nosotros los visitantes sí, algunos funcionarios cuestionados y con antecedentes negativos con presunción de corrupción en instancias judiciales.

Mucha gente se siente decepcionada por la clase de autoridad que toco tener la localidad, debemos recordar que hace muchos periodos atrás los alcaldes acostumbran traer funcionarios de fuera y cuando terminan la gestión desaparecen por arte de magia, para ya no volver, como si solo hubieran llegado a hacerse ricos, sin importar en lo mínimo las falencias, necesidades, desarrollo económico y social de la villa que fue y ahora después de 83 años ciudad de La Oroya.